Director: Dios es el que mueve los hilos de la historia. Parecía imposible, pero justo cuando las esperanzas del pueblo se está acabando, Dios usa un Rey de una nación extranjera y pagana, que adoraban a otros dioses distintos de Jehová, para comenzar el regreso de su pueblo. Dios es el Dios de la historia, que mueve los acontecimientos de la manera que Él quiere, y respondiendo a sus fines.
Prioridad: Dios debe ser nuestra prioridad. Judá había sido deportado por olvidar a su Dios: le habían dado más importancia a otras cosas antes que a Dios. Dios debía de ocupar el primer lugar, porque él era el que les daba sentido como nación. En cuanto a nosotros debemos de revisar el orden de nuestras prioridades. ¿Que es lo primero en nuestras vidas?, ¿a qué le damos más importancia?, ¿A qué dedicamos nuestro tiempo? Dios debería ocupar el primer lugar.
Valiente: Para que Dios ocupe el primer lugar, debemos ser muy valientes. A veces Dios no ocupa el primer lugar en nosotros, porque no estamos dispuestos a pagar el precio. Estamos cómodos en nuestra “Babilonia”, y preferimos la tranquilidad que el esfuerzo. Dios quiere gente valiente, que dé un paso al frente y esté dispuesta a pagar el precio por vivir como Él quiere de sus hijos.
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